domingo, 6 de noviembre de 2011

Banco de crédito agrícola


La conclusión de la guerra, el triunfo de “los constitucionalistas” y la consolidación de gobiernos emanados de la Revolución dio lugar a una serie de transformaciones sociales, políticas, culturales y económicas. En el ámbito económico, la reforma agraria y la intervención del Estado en la economía ocuparon el centro de las discusiones y preocupaciones de la época. Enmarcado en un contexto internacional, donde se aplicaron políticas económicas del llamado “estado de bienestar” keynesiano, el gobierno mexicano se erigió como un estado revolucionario en una sociedad capitalista.

En estos años se crearon las instituciones económicas más importantes en la vida contemporánea de México. El 24 de diciembre de 1924 se expide la Ley General de Instituciones de Crédito, antecedente legal de la Ley del Banco de México, promulgada el 26 de agosto de 1925, que permitió la creación de un banco único de emisión: el Banco de México. Asimismo, se establecieron la Comisión Nacional Bancaria, la Comisión Nacional de Irrigación, la Comisión Nacional de Caminos y los Bancos Agrarios y Ejidales.

El 10 de marzo de 1926 se fundó el Banco Nacional de Crédito Agrícola S. A., con base en los postulados de la Ley de Crédito Agrícola y del Reglamento del Registro del Crédito Agrícola, aprobados ese mismo año. El Banco agrícola quedó constituido como una Sociedad Anónima, bajo la forma de una sociedad privada con intervención del Estado; es decir, como una “institución descentralizada”. El capital inicial autorizado fue de cincuenta millones de pesos, de los cuales fueron suscritos aproximadamente veinte millones en tres series de acciones. En ellas participaban: el gobierno federal, los gobiernos estatales y ayuntamientos, y el Banco de México, junto con instituciones privadas.

Pese a que la Ley original, sobre la cual se asentó la fundación del Banco agrícola, sufrió varias enmiendas y modificaciones es posible enumerar sus principales atribuciones. Es la primera institución en dedicarse a organizar el crédito popular, por medio de un sistema de crédito agrícola (en el que encontramos Bancos regionales, Unión de Sociedades y Sociedades regionales, locales y de interés) apoyó a campesinos organizados que de otra forma no podían acceder a esos recursos. Años después el financiamiento se ampliaría a los pequeños propietarios. El crédito fue esencialmente no ejidal. En 1936 se le hizo responsable de la administración de los distritos de riego, atribución que ejerció hasta 1944.

De acuerdo a lo estipulado por el Reglamento del Registro Agrícola, el crédito otorgado por el Banco Agrícola fue esencialmente para créditos refaccionarios, préstamos destinados a la compra de maquinaria e implementos agrícolas, y no para créditos de avío, recursos destinados a los gastos de los cultivos propiamente dichos. Para otorgar los créditos utilizaron tres tipos de garantías: hipotecaria, prendaria y de responsabilidad solidaria.
La creación de Banco Nacional de Crédito Agrícola, forjado por Manuel Gómez Morín, representó un proyecto de largo aliento que pese a las carencias, obstáculos y dificultades sufridas logró incidir positivamente en el desarrollo agrícola de México en el siglo XX.

4 comentarios:

  1. una pregunta hoy por hoy quien se quedo con el banco nacional de crédito agrícola quien lo absorbió ya que al dia de hoy ya no existe saludos

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  2. Para que sigamos aprendiendo mucho más del tema de ésta nota es una de las mejores.

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